Pastor Dawlin A. Ureña.
Como hijos de Dios, cuando nos enfrentamos a decisiones importantes en nuestras vidas generalmente tendemos a hacernos esa pregunta: ¿Qué cree Dios sobre esto o sobre lo otro? Y sobre algo que hacemos a nuestros cuerpos que tiende a permanecer con nosotros prácticamente toda una vida, con frecuencia uno se pregunta:
¿Qué dice la Biblia acerca de los Tatuajes?
Cuando alguien habla francamente, en mi país usualmente decimos que esa persona "no tiene pelos en la lengua". En otras palabras, esa persona es totalmente clara y franca.
A veces decimos que somos creyentes y que el Dios de la Biblia es nuestro Dios. Pero a sabiendas de los deseos explícitos de Dios, muchas veces contradecimos o soberbiamente desobedecemos a Dios.
Yo admito que existen áreas que en la Biblia están sujetas a interpretación ya que no se nos dan instrucciones explícitas y detalladas. Sin embargo, ¡nadie puede decir que este es el caso en lo referente a los tatuajes!
Si hace 3,000 años a Dios no le complacía que nos mutiláramos la piel con heridas y con marcas imborrables como son los tatuajes, a Dios tampoco le agrada que lo hagamos hoy.
¿Qué hago? ¡Ya tengo un tatuaje!
Si usted lo hizo mientras no conocía que esa era la voluntad de Dios y ahora anda en los caminos de Cristo Jesús, bueno… ¿Quién puede tirar la primera piedra? ¿Quién de nosotros, los demás que somos salvos puede decir que en su vida anterior no cometió algún pecado? En otras palabras, usted no es el único que ha vivido una vida de constantes pecados y errores. ¡Los que somos salvos somos salvos precisamente de eso - De nuestros anteriores pecados!
No permita que el Maligno le traiga condenación a su corazón, ni tampoco permita que ningún otro miembro de la congregación le ponga dudas de su salvación y redención. Si alguien le aborda de manera acusatoria, inmediatamente cítele la historia de la mujer que fue atrapada siéndole infiel a su esposo. "El que esté libre de pecado que tire la primera piedra".
Cuando yo estaba perdido en el mundo, un día, embriagado, salí en mi motocicleta, sin casco protector y tuve un terrible accidente. MI cara quedó marcada con varias cicatrices. Hoy Dios me ha salvado y me dio una nueva identidad. Pues hoy, aunque fácilmente podría hacerme una cirugía plástica y borrar toda huella de mi error de ese día, prefiero quedarme con la cicatriz en mi ojo derecho. ¿Por qué? Porque cada vez que me miro al espejo me acuerdo que Dios me libró de la muerte ese día del accidente.
Usted puede recordar de dónde Cristo lo sacó y de cuántas cosas sucias lo limpió cada vez que usted se mire el tatuaje.
Cristo lo ama sin importar sus errores cometidos en el pasado. Sin embargo, si usted hoy no tiene un tatuaje y se siente con los deseos de hacerlo, ¡no lo haga!
La Biblia nos advierte sobre pecar a sabiendas de lo que estamos haciendo:
¿Qué si lo que me hago es un tatuaje cristiano - una cruz o un Jesús?
Para algunas personas que tienen el problema de buen entendimiento, permítanmen repetirles algo que ya mencionamos antes:
Levíticos 19:28
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