Block Cristiano, donde doy testimonio de mi amor por mi Señor y Salvador "Cristo Jesús" Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:13
SALMOS 30:
12 noviembre 2017
Canto para la inauguración del templo. De David.
Señor, yo te alabo
porque tú me libertaste,
porque no has permitido
que mis enemigos se burlen de mí.
Señor, mi Dios,
te pedí ayuda, y me sanaste;
tú, Señor, me salvaste de la muerte;
me diste vida, me libraste de morir.
Ustedes, fieles del Señor, ¡cántenle himnos!,
¡alaben su santo nombre!
Porque su enojo dura un momento,
pero su buena voluntad, toda la vida.
Si lloramos por la noche,
por la mañana tendremos alegría.
Yo me sentí seguro, y pensé:
«Nada me hará caer jamás.»
Pero tú, Señor, en tu bondad
me habías afirmado en lugar seguro,
y apenas me negaste tu ayuda
el miedo me dejó confundido.
A ti, Señor, clamo;
a ti, Señor, suplico:
¿Qué se gana con que yo muera,
con que sea llevado al sepulcro?
¡El polvo no puede alabarte
ni hablar de tu fidelidad!
Señor, óyeme y ten compasión de mí;
Señor, ¡ayúdame!
Has cambiado en danzas mis lamentos;
me has quitado el luto
y me has vestido de fiesta.
Por eso, Señor y Dios,
no puedo quedarme en silencio:
¡te cantaré himnos de alabanza
y siempre te daré gracias!
CANTAR DE LOS CANTARES 6: 1.12
El feliz encuentro con el Amado
Coro
6:1 ¿Adónde se ha ido tu amado, tú, la más hermosa de las mujeres?
¿Adónde se dirigió tu amado,
para que lo busquemos contigo?
6:1 ¿Adónde se ha ido tu amado, tú, la más hermosa de las mujeres?
¿Adónde se dirigió tu amado,
para que lo busquemos contigo?
La Amada6:2 Mi amado ha bajado a su jardín,
a los canteros perfumados,
para apacentar su rebaño en los jardines,
para recoger lirios.
6:3 ¡Mi amado es para mí,
y yo soy para mi amado,
que apacienta su rebaño entre los lirios!
El encanto incomparable de la Amada
a los canteros perfumados,
para apacentar su rebaño en los jardines,
para recoger lirios.
6:3 ¡Mi amado es para mí,
y yo soy para mi amado,
que apacienta su rebaño entre los lirios!
El encanto incomparable de la Amada
Quinto canto
El Amado6:4 ¡Eres bella, amiga mía, como Tirsá,
hermosa como Jerusalén!
6:5 Aparta de mí tus ojos,
porque me fascinan.
Tus cabellos son un rebaño de cabras
que bajan por las laderas de Galaad.
6:6 Tus dientes, como un rebaño de ovejas
que acaban de bañarse:
todas ellas han tenido mellizos
y no hay ninguna estéril.
6:7 Como cortes de granada son tus mejillas,
detrás de tu velo.
6:8 Son sesenta las reinas,
ochenta las concubinas,
e innumerables las jóvenes.
6:9 Pero una sola es mi paloma, mi preciosa.
Ella es la única de su madre,
la preferida de la que la engendró:
al verla, la felicitan las jóvenes,
las reinas y concubinas la elogian.
6:10 "¿Quién es esa que surge como la aurora,
bella como la luna,
resplandeciente como el sol,
imponente como escuadrones con sus insignias?"
hermosa como Jerusalén!
6:5 Aparta de mí tus ojos,
porque me fascinan.
Tus cabellos son un rebaño de cabras
que bajan por las laderas de Galaad.
6:6 Tus dientes, como un rebaño de ovejas
que acaban de bañarse:
todas ellas han tenido mellizos
y no hay ninguna estéril.
6:7 Como cortes de granada son tus mejillas,
detrás de tu velo.
6:8 Son sesenta las reinas,
ochenta las concubinas,
e innumerables las jóvenes.
6:9 Pero una sola es mi paloma, mi preciosa.
Ella es la única de su madre,
la preferida de la que la engendró:
al verla, la felicitan las jóvenes,
las reinas y concubinas la elogian.
6:10 "¿Quién es esa que surge como la aurora,
bella como la luna,
resplandeciente como el sol,
imponente como escuadrones con sus insignias?"
Encuentro sorpresivo con el Amado
La Amada6:11 Yo bajé al jardín de los nogales,
a ver los retoños del valle,
a ver si brotaba la viña,
si florecían los granados...
6:12 Y sin que yo me diera cuenta,
me encontré en la carroza con mi príncipe.
a ver los retoños del valle,
a ver si brotaba la viña,
si florecían los granados...
6:12 Y sin que yo me diera cuenta,
me encontré en la carroza con mi príncipe.
CANTAR DE LOS CANTARES- 4: 1-15
La belleza deslumbrante de la Amada
El Amado4:1 ¡Qué hermosa eres, amada mía, qué hermosa eres!
Tus ojos son palomas,
detrás de tu velo.
Tus cabellos, como un rebaño de cabras
que baja por las laderas de Galaad.
4:2 Tus dientes, como un rebaño de ovejas esquiladas
que acaban de bañarse:
todas ellas han tenido mellizos
y no hay ninguna estéril.
4:3 Como una cinta escarlata son tus labios
y tu boca es hermosa.
Como cortes de granada son tus mejillas,
detrás de tu velo.
4:4 Tu cuello es como la torre de David,
construida con piedras talladas:
de ella cuelgan mil escudos,
toda clase de armaduras de guerreros.
4:5 Tus pechos son como dos ciervos jóvenes,
mellizos de una gacela,
que pastan entre los lirios.
4:6 Antes que sople la brisa
y huyan las sombras,
iré a la montaña de la mirra,
a la colina del incienso.
4:7 Eres toda hermosa, amada mía,
y no tienes ningún defecto.
4:8 ¡Ven conmigo del Líbano, novia mía,
ven desde el Líbano!
Desciende desde la cumbre del Amaná,
desde las cimas del Sanir y del Hermón,
desde la guarida de los leones,
desde los montes de los leopardos.
4:9 ¡Me has robado el corazón
hermana mía, novia mía!
¡Me has robado el corazón
con una sola de tus miradas,
con una sola vuelta de tus collares!
4:10 ¡Qué hermosos son tus amores,
hermana mía, novia mía!
Tus amores son más deliciosos que el vino,
y el aroma de tus perfumes,
mejor que todos los ungüentos.
4:11 ¡Tus labios destilan miel pura,
novia mía!
Hay miel y leche bajo tu lengua,
y la fragancia de tus vestidos
es como el aroma del Líbano.
4:12 Eres un jardín cerrado
hermana mía, novia mía;
eres un jardín cerrado,
una fuente sellada.
4:13 Tus brotes son un vergel de granadas,
con frutos exquisitos:
alheña con nardos,
4:14 nardo y azafrán,
caña aromática y canela,
con todos los árboles de incienso,
mirra y áloe,
con los mejores perfumes.
4:15 ¡Fuente que riega los jardines,
manantial de agua viva,
que fluye desde el Líbano!
Tus ojos son palomas,
detrás de tu velo.
Tus cabellos, como un rebaño de cabras
que baja por las laderas de Galaad.
4:2 Tus dientes, como un rebaño de ovejas esquiladas
que acaban de bañarse:
todas ellas han tenido mellizos
y no hay ninguna estéril.
4:3 Como una cinta escarlata son tus labios
y tu boca es hermosa.
Como cortes de granada son tus mejillas,
detrás de tu velo.
4:4 Tu cuello es como la torre de David,
construida con piedras talladas:
de ella cuelgan mil escudos,
toda clase de armaduras de guerreros.
4:5 Tus pechos son como dos ciervos jóvenes,
mellizos de una gacela,
que pastan entre los lirios.
4:6 Antes que sople la brisa
y huyan las sombras,
iré a la montaña de la mirra,
a la colina del incienso.
4:7 Eres toda hermosa, amada mía,
y no tienes ningún defecto.
4:8 ¡Ven conmigo del Líbano, novia mía,
ven desde el Líbano!
Desciende desde la cumbre del Amaná,
desde las cimas del Sanir y del Hermón,
desde la guarida de los leones,
desde los montes de los leopardos.
4:9 ¡Me has robado el corazón
hermana mía, novia mía!
¡Me has robado el corazón
con una sola de tus miradas,
con una sola vuelta de tus collares!
4:10 ¡Qué hermosos son tus amores,
hermana mía, novia mía!
Tus amores son más deliciosos que el vino,
y el aroma de tus perfumes,
mejor que todos los ungüentos.
4:11 ¡Tus labios destilan miel pura,
novia mía!
Hay miel y leche bajo tu lengua,
y la fragancia de tus vestidos
es como el aroma del Líbano.
4:12 Eres un jardín cerrado
hermana mía, novia mía;
eres un jardín cerrado,
una fuente sellada.
4:13 Tus brotes son un vergel de granadas,
con frutos exquisitos:
alheña con nardos,
4:14 nardo y azafrán,
caña aromática y canela,
con todos los árboles de incienso,
mirra y áloe,
con los mejores perfumes.
4:15 ¡Fuente que riega los jardines,
manantial de agua viva,
que fluye desde el Líbano!
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