MI PASTOR

22 septiembre 2016





Hay profunda calma en el rebaño
El Pastor apacienta las ovejas
Vigila muy de cerca sus sueños

Ahuyenta  al enemigo fiero
Que asecha a sus ovejas en el Redil.     



Muy de mañana clamas al Señor 
Para que dé fuerzas a tus débiles ovejas 
Agradeciéndole por la fortaleza de los más fuertes
Cada día sigues las pisadas del Rebaño

Tratando de guiarlas por el buen camino.




Las orientas por el camino de abundante pastos

De grandes y cristalinas manantiales de agua viva
Tienes tanto amor por la oveja débil,

Le dedicas más tiempo que a las demás
Con afanoso cariño la encaminas por el buen camino.



Al alejamiento de una de ellas 
Con mucha premura vas tras ella 
y con ternura del cielo la vuelve al redil
La alimentas con fresco pasto, le sacia su sed

Y en tus brazos la cobija para darle seguridad.


Si no la hallaras, la buscas con dolor en tu alma
Te quebranta al no saber nada de ella
¿Donde la encontraré? te pregunta angustiado

¡Guíame Señor! en pos de ella  suplicas reverente
Llévame donde esta, llévame Señor y Padre nuestro.




Al fin de la  jornada, con la oveja ya encontrada
Te postras de rodillas y agradeces a Dios, con cantos de alegría
Junto a las demás ovejas, te confundes en alabanzas a nuestro Creador
Dándole  gracias en el nombre de nuestro Señor Jesucristo
Por la Salvación de la oveja extraviada.


Julio Solórzano Murga
15/10/2016


GRACIAS PASTOR


Fuiste elegido por nuestro creador
Para cuidar de sus ovejas,
Fuiste separado para su gloria
Fuiste llamado para velar por su redil

Nuestro Señor puso en tus manos sus ovejas
Para que las pastorees con mucho amor,
Y en momentos de aflicción en ellas
Las apacentaras con su Santa Palabra.


Gracias Pastor por cuidar de tus ovejas
Gracias por tener tanta pasión por las almas
Gracias por alimentarnos con la Santa Palabra de Dios
Gracias por darnos tú su agradable compañía.

Gracias por conducirnos, en los caminos de Dios,
Gracias por ser nuestro amigo, nuestro Pastor
Gracias mi Dios en el nombre de tu hijo Jesucristo
Por darle a mi Pastor un noble y precioso  corazón.


Julio Solórzano Murga
15/10/2016





MANOS A LA OBRA


La tierra se está secando en los andes
Los campos ya no reverdecen como antes
El árbol  se está quedando sin hojas,
Los ríos se están secando de apoco
El hombre está muriendo sin Dios.

Sin Dios nada somos en el mundo.

Sin Dios la tierra árida siempre será
Sin Dios los campos nunca reverdecerán
Sin Dios los árboles solo en troncos quedarán
Sin Dios los ríos secos estarán
Sin Dios el hombre, condenado a muerte eterna vivirá.


Así pues hermanos

Sin Misiones, nuestras Iglesias, como tierra árida será
Sin Misiones,  nuestras Iglesias como campo sin reverdecer vivirá
Sin Misiones,  nuestras Iglesias como tronco seco estará
Sin Misiones,  nuestras Iglesias como ríos sin vida nos verán
Sin Misiones, el hombre sin perdón de Dios morirá.

Julio Solórzano Murga

15/10/2016

LA GRAN COMISIÓN



Un día aprendí sobre la gran comisión
Si, en Mateo capitulo 28 versos 19 y 20
Donde nos mandas a Id y hacer discípulos,
Una gran tarea me encomendaste,
El de llevar a todo rincón la evangelización.

Señor, solo necesito alistar mis sandalias.
Encomendarme en tu Santo nombre
Y seguir el camino de los evangelistas,
Mi Biblia ya esta lista, tu espíritu me acompaña
Llevare al mundo  tu mensaje de  salvación.

Me alistare en las Misiones
Llevaré el evangelio glorioso a Cajatambo,
Ámbar, Churín, Carquín y Oyón,
Hualmay, Végueta y Santa María
Compartiré con ellos las buenas nuevas de salvación.

Algún día cuando mis pies estén cansados de mucho caminar,
De llevar el mensaje de arrepentimiento y perdón de los pecados
Me gozare de las almas salvadas por tu gran misericordia,

Gracias mi Señor por darme la oportunidad de haberme considerado,
En tu gran comisión, la evangelización de los pueblos.





Julio Solórzano Murga
15/10/2016





MISIONEROS EN ACCIÓN


Escucho a lo lejos el clamor de los  pueblos,
Escucho el eco y el resonar de sus quejidos,
Escucho el gemido de sus afligidos corazones
Que claman por la salvación de sus almas.

Hermanos, alistémonos en las misiones
Hay que llevarles las buenas nuevas de salvación
¿Acaso el Señor no nos llamó como sus mensajeros?
Entonces acudamos a  su llamado y proclamemos su evangelio.

¿Serás ciego, sordo y mudo, ante el clamor de los pueblos?
¿Acaso dejaras que mueran en el pecado?
Serias capaz de dejarlos en las tinieblas
Sin conocer la Salvación que hay en Cristo Jesús.

A lo lejos escucho el clamor de miles, si miles,
Buscando paz para sus atribuladas almas,
Ellos se postran suplicantes ante dioses paganos
Porque no saben que Jesucristo ya murió por ellos.

El clamor de sus afligidas almas
Nunca las escucharán sus dioses muertos...
Mientras nosotros conocemos la gran verdad
¿Dejaremos que ellos mueran sin conocer esa gran verdad?

¿Dejaremos acaso  que ellos no conozcan del amor de Cristo?
Dejaremos que cierren sus ojos para siempre
Privándoles eternamente del perdón para sus pecados
Sin conocer el gozo de la  Salvación en Cristo el hijo de Dios.

Hermanos, afuera de nuestras iglesias nos espera un mundo adolorido
Un mundo sin paz, sin amor, sin gozo, sin salvación para sus almas
Levantémonos de nuestras frías sillas y salgamos a las Misiones
Afuera nos esperan los religiosos, los escépticos, los violentos.

Que sufren día a día  las precipitaciones de sus almas
En un eterno sufrimiento, sin paz y sosiego, sin Cristo
Compartamos con ellos  la gracia del perdón de los pecados,
De la Salvación de nuestras almas y la vida eterna en Cristo Señor nuestro.


Julio Solórzano Murga
15/10/2016